Milán, seis treinta de la mañana. Las góticas agujas del Duomo di Milano brillan con los primeros rayos del amanecer. Poco a poco, frente a esa sincronía luminosa, los habitantes de esa ciudad, una de las capitales mundiales de la moda, comienzan a desfilar en camino a sus respectivas ocupaciones. Entre la multitud destaca una figura que camina a prisa, en su apariencia confluye la dosis correcta entre formalidad y estilo deportivo; es un tanto complicado adivinar a dónde va, o en qué ocupa sus días: una galería de arte, quizás; la redacción de alguna revista; o incluso, un puesto en el gobierno italiano. Habrá quienes digan que pensar eso último sería descabellado, pero esa vestimenta hace que ese joven transeúnte luzca profesional; esa apariencia, en sí misma, hoy más que nunca vendría bien en las gerontocráticas oficinas del gobierno comandado por Sergio Mattarella.

Esa necesaria reinvención, esa dicotomía de lo sartorial y lo sportswear, se materializa en la nueva apuesta del Grupo Ermenegildo Zegna: Z ZEGNA. Diseñada por Murray Scallon y Paul Surridge – y presentada por vez primera en PITTI UOMO, esta línea experimental sirve a la vez como estudio creativo que resulta en el diseño de prendas que combinan la meticulosa elegancia sartorial característica de la marca con un espíritu deportivo y vanguardista. Así, el eterno savoir-faire italiano se redefine en una colección tecnológica y moderna cuyos sellos principales son la deportivización y la urbanización.

La colección Primavera/Verano 2015 está compuesta por trajes, camisas y abrigos tan elegantes como prácticos. Las siluetas, relajadas, se estructuran con tejidos ligeros que incluyen lanas high performance, algodón y avanzados materiales deportivos como Techflex, los cuales han sido tratados con cortes al láser, costuras zero y construcciones selladas con calor. Las piezas se iluminan con una paleta de color en la que predominan dos tonos de grises, cemento y carbón, que se combinan con tonalidades verde jade, amarillo, lima, azul real, blanco, y negro. Como complemento: la serie de sneakers Z Zegna Techmerino Racer, los cuales mezclan las formas clásicas con un calzado running.

Milán, ocho de la noche. El transeúnte matutino continúa andando a prisa. Sin saberlo, él en sí mismo es un nuevo paradigma de estilo. En su vestimenta el pasado se funde con el presente, mirando hacia el futuro. Los valores sartoriales con los que Ermegildo Zegna ha trabado desde su creación en 1901 continúan vigentes en pleno 2015, pero ahora lo hacen incorporando un cierto zeitgeist de dimensión tecnológica. Se ha creado un nuevo híbrido, uno que continúa caminando con furor, imponente….tan imponente como las agujas del Duomo, que a esta hora,a pesar de estar sumergidas en la obscuridad, no necesitan luz artificial para brillar.

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