Celebrando 128 años como marca, Lanvin tiene la certeza de que su diferenciador entre las marcas de lujo, las actuales y las de siempre, es la impecable construcción de sus prendas, misma que fue el sello de Mme Jeanne Lanvin al crear la multimillonaria marca.

Mientras otras marcas tomaron estandartes políticos como inspiración (Balenciaga), o celebraron la colaboración con otras marcas para diversificar su público y estética (Louis Vuitton), Lanvin retoma esos elementos básicos del closet de un hombre, y muestra como menos es más desde su ojo. Una bufanda en el primer look leía “Nothing”, demostrando quizás el punto de la marca de enfocarse en la construcción perfecta de trenchcoats, pantalones amplios y camisas de cuadros, y no en distractores o sobre decoración que elimina la posibilidad de una colección atemporal.

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Celebrating 128 years as a brand, Lanvin is sure that its differentiator between luxury brands, current and established, is the impeccable construction of its garments, which was the hallmark of Mme Jeanne Lanvin while creating the multi-million dollar brand.

While other brands took political standards as inspiration (Balenciaga), or celebrated a collaboration with other brands to diversify their audience and aesthetics (Louis Vuitton), Lanvin takes back those basic garments of a man’s closet, and shows how less is more by their standards. A scarf on the first look read “Nothing”, demonstrating perhaps the brand’s point of focusing on the perfect construction of trenchcoats, wide trousers and plaid shirts, not distracting or over decorating to have a timeless collection.